Cuando le preguntamos a los jefes o directivos cómo saben si ciertos subordinados no les son leales, nos encontramos con visiones dispares a la hora de definir el concepto de lealtad.

Para algunos jefes, si un empleado se cuestiona qué esta haciendo el jefe o qué está intentando alcanzar, si el empleado dice la verdad y la verdad no es lo que el jefe quiere promocionar a través de la organiación, el jefe percibe este tipo de honestidad como una falta de lealtad. En otros casos, el jefe está obligando a sus empleados a mentir. Los empleados que no mintieran serían acusados de no ser jugadores de equipo. Otros jefes tratan de inspirar miedo o usar amenazas en sus intentos por asegurarse la lealtad de su equipo. En otros casos, el jefe se sorprende cuando el empleado no es leal tras haber sido «premiado» o promocionado con buenos aumentos.

Desde la perspectiva opuesta, encontramos empleados que dijeron que sus jefes les dijeron que asociarse con ciertos compañeros o tratar con otros departamentos era visto como una falta de lealtad hacia su propio jefe.

En cada una de estos ejemplos, sabemos una cosa segura. Pedirle a los empleados que demuestren lealtad a través de acciones que son inapropiadas no ayudarán a construir lealtad. En vez de eso, lo que conseguiremos es desgastar la relación entre superior y subordinado.

Si volvemos a la definición de liderazgo («los líderes son aquellos a los que la gente sigue»), entonces las estrategias anteriormente resultarán inútiles. Conforme la presión externa aumente, estos jefes no harán más que ver cómo los cimientos de su liderazgo se tambalean.

En última instancia, la auténtica lealtad de un empleado viene cuando su jefe es capaz de construir una relación con el empleado basándose en la confianza profunda. Esto significa que un jefe percibe que recibe lealtad, pero si el empleado no percibe un vínculo de confianza, ninguno de los dos tendrá lealtad verdadera.

Hemos visto a los grandes líderes utilizar estas seis estrategias para desarrollar equipos leales:

1) DEFINE TUS VALORES

Como líder ¿Qué es lo que valoras? ¿Valoras la honestidad? ¿O prefieres empleados fraudulentos o deshonestos aunque te hagan cumplir resultados? Cuando los jefes anteponen la lealtad a la honestidad, es obvio que el jefe está poniendo en práctica un conjunto de valores centrado en sí mismo. Este sistema de valores está enfocado hacia el éxito individual en vez de sacar lo mejor de los empleados en la organización

2) CONFÍA EN TU GENTE

Cuando los jefes no confían en sus subordinados, envían todo tipo de señales: evitar delegar responsabilidades y ocultar información importante son dos señales que denotan falta de confianza y determinación hacia tus empleados. Cuando esto ocurre, los empleados perciben que no son importantes para el departamento. Piensan que su jefe no es de fiar. Sin confianza, no hay lealtad.

3) ANIMA A LA GENTE A CUESTIONARTE Y A RETARTE

Cuando los empleados se implican lo suficiente como para hacer preguntas complicadas a los jefes, estos tienen una oportunidad de devolver feedback honesto. Haz preguntas a los empleados. Pregúntales sobre su visión sobre un tema en discusión. Por ejemplo, un jefe puede preguntar a un subordinado: «¿Qué pasa si cambiamos? ¿Y qué pasa si no cambiamos?». Los jefes que rechazan ser retados son jefes que carecen de confianza en su habilidad para hacer el trabajo. Los jefes que disfrutan de los retos de sus empleados demuestran que trabajar sobre dificultades y preguntas representa una oportunidad para desarrollar el vínculo de confianza sobre el empleado, en contrapartida a los empleados que nunca se preguntan nada.

4) PREOCÚPATE DE LOS EMPLEADOS PRIMERO COMO PERSONAS, LUEGO COMO EMPLEADOS

Los grandes líderes que saben cómo tratar a sus empleados como personas antes que como empleados, hacen que pasen cosas positivas. Una de ellas es un equipo leal. Un jefe envió a casa a un empleado que no se sentía bien un día en que la oficina estaba apurada con proyectos y fechas de entrga. El empleado no quiso suponer una carga para sus compañeros al irse a casa. Pero el jefe dijo «lo más importante es tu salud, nos las arreglaremos para cumplir con lo demás». Esto dejó un mensaje claro: el indivíduo es más importante que la carga del departamento.

5) VALORA LOS EMPLEADOS COMO UN REGALO EN VEZ DE COMO UN RECURSO

Cuando un empleado sabe que es valorado, y sabe que le consideras un valor diferencial, entonces obtienes fuertes vínculos de lealtad. En contraste, si los empleados sienten que son reemplazables por cualquiera en su posición, entonces se sentirán como un mero recurso. Los líderes que valoran a cada empleado como un regalo en vez de como un recurso hacen que se establezcan vínculos de lealtad.

6) SÉ HONESTO

Ser honesto contribuye a construir altos niveles de confianza con los subordinados. Por ejemplo: un jefe le dice a su equipo que la compañía está contemplando despidos debido a una bajada del trabajo de la empresa. Tener el coraje de dar malas noticias demuestra actitud genuina de preocupación por el equipo. Un equipo de empleados leales se construye cuando los jefes son honestos con sus empleados aún cuando puede dar a situaciones complicadas.

Ser un líder hoy en día es más difícil que nunca. Los líderes de hoy en día se enfrentan a retos que no existían hace 15 años. Dudar de la lealtad de sus subordinados no es algo que un líder deba añadir a su lista de complicaciones diarias.

Implemente estas seis estrategias para construir un equipo leal. Y entonces, mientras lideres, tu equipo estará contigo, ofreciendo su apoyo, su dedicación y su lealtad.